A Marisa Isabel Parra la crió una familia que se fue a Buenos Aires. Hace 4 años supo que no eran sus padres biológicos.
Marisa Isabel Parra tiene 51 años y desde los 14 vive en Moreno, Buenos Aires. En 2020 se enteró de que quienes la criaron no eran sus padres biológicos. Ahora busca a su hermana melliza, con quien fueron separadas y vendidas al nacer el 9 de marzo de 1973 en Justo Daract. La mujer difundió en su Facebook fotos de distintas etapas de su vida para intentar dar con la persona con quien debería tener rasgos similares, para contactarla.
«Hace cuatro años, en el Día de la Madre, tuve una discusión bastante importante, como siempre, con Mónica Osorio, la mamá que me crió. Mi prima de Justo Daract me llamó por teléfono y me dijo que hablara con ella, que no nos peleáramos tanto. Yo ahí le dije que, si ella me aseguraba que Mónica era mi mamá, le hablaba; porque para mí, no lo parecía, por cómo me trataba», recordó Marisa y agregó que en una milésima de segundo le «cayó la ficha», cuando su familiar le preguntó si ella quería conocer la verdad.
La prima le reconoció que tanto a ella como a su hermano Víctor los habían adoptado, y que eran de distintas familias. A partir de allí, comenzó su investigación, aunque al principio pensaba que provenía de algún lugar de Buenos Aires.
«Mónica se crió en Justo Daract hasta los 15 años y mi papá, Antonio Reinaldo ‘Toto’ Parra, también, hasta los 16, que se vino a Buenos Aires a enrolarse en el Ejército. Después, volvían de vacaciones y en una de esas visitas, les entregaron al primer varón, en mayo del 72, a través de la partera del pueblo, quien ya falleció, la señora ‘Fina’ Bonzano de Botanelli», comentó Marisa y agregó que luego se enteró de que a ella la compraron un año después.
La mujer hizo dos viajes a la ciudad del tango: uno en 2019 y otro en 2022. Con la ayuda de su prima pudo recorrer y hablar con la gente sin obtener datos relevantes hasta que un hombre la contactó con una señora mayor daractense que ya no vive allí. «Esa mujer fue quien me dijo que no buscara en Buenos Aires mi identidad, porque ella había estado el día en el que me fueron a buscar. Me contó que estuve unos días en el viejo hospital, que nací melliza con otra nena, y fue quien me reveló el gran secreto», repasó Marisa. La fuente le aseguró que también la vio en brazos de Mónica cuando se la llevaron.
Después de un tiempo y con algunas dudas sobre las versiones que recibió y las que les decía su mamá de crianza, pudo contactarse con quien fue la jefa del Registro Civil del pueblo durante esa época (ya fallecida). A pesar de su insistencia, no quiso decirle quién era su mamá biológica.
«Estoy muy agradecida con Justo Daract y con Villa Mercedes, me han compartido muchísimas fotos y en una de esas me di cuenta de quién era mi madre; fue muy impactante apenas la vi. La busqué por Facebook, pero me tiene bloqueada. Intenté por todos los medios, pero me evadieron lo más que pudieron», expresó.
Toda su vida supo que tenía una hermana melliza, pero la versión era que había muerto al nacer y que no sabían qué había pasado con el cuerpo en Buenos Aires. «Cuando descubrí la verdad, Mónica me reveló que a mi hermana se la había llevado un matrimonio; ellos fueron en busca de un varón, se encontraron con dos nenas y se quedaron con una, o sea, yo», dijo.
Por una información, pudo llegar a quien podría ser su papá biológico; logró contactarlo, pero le negó todo.
«Me preocupo por lo que me queda, busco a mi melliza para, quizás, terminar lo que me queda de vida cerca de ella, estar juntas, si es que se puede. No quiero dinero ni tampoco cambiar mis apellidos, nada de eso», aseguró Marisa, con una fe inquebrantable que la lleva a estar segura de lograrlo. /eldiariodelarepublica.com