Un día después de las elecciones legislativas en Salta, el gobernador Gustavo Sáenz volvió a apuntar directamente contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la intervención del Partido Justicialista (PJ) local, dispuesta apenas un mes antes de los comicios.
Sáenz aseguró que la medida, que buscó debilitar a su frente político en plena campaña, no solo fue arbitraria y autoritaria, sino que además fracasó rotundamente en las urnas: “No sacaron ni un concejal”, sentenció en diálogo con InformateSalta.
En la oportunidad, reconoció que la intervención forzada desde Buenos Aires obligó a su espacio a repensar la estrategia electoral, aunque, pese a todo, lograron imponerse. “Tuvimos que dividir en dos nuestro espacio político y creamos Vamos Salta, con el que ganamos bien también”, sostuvo.
Para el mandatario salteño, se trató de una maniobra de disciplinamiento político por parte del kirchnerismo, que no toleró que los diputados salteños acompañaran algunas medidas del Gobierno Nacional.
Consultado sobre la posibilidad de disputar el control del PJ, el mandatario advirtió que es “muy difícil”, ya que el peso de los congresales bonaerenses impide cualquier discusión federal real. “Es muy complejo, porque la mayor cantidad de congresales los tiene Buenos Aires”, remarcó.
Al referirse a su vínculo con Cristina Kirchner, fue tajante y dejó un fuerte mensaje: “Nunca hablé con ella, ni cuando fue presidenta, ni cuando fue vicepresidenta, ni ahora como presidenta del PJ. Pero si pudiera, le diría que ya es tiempo de renovación”.
