Uno de los tres jugadores que no murieron en el accidente aéreo, reveló sus vivencias en la previa al hecho ocurrido en 2016 cuando el plantel viajaba a Colombia para jugar la final de la Copa Sudamericana.
Este 28 de noviembre se cumplieron ocho años de la tragedia de Chapecoense. Un hecho tan lamentable como único para la historia del fútbol en esta parte del mundo, porque en el accidente aéreo ocurrido en Bolivia murieron 71 personas entre jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, periodistas y parte de la tripulación. El club brasileño debía enfrentar a Atlético Nacional de Colombia en la final de la Copa Sudamericana, cruce que nunca se pudo realizar.
Conmebol decidió coronar como campeón a Chapecoense como forma de homenaje a las víctimas, una decisión muy particular para una situación dolorosa como pocas en el fútbol internacional. Tres futbolistas brasileños sobrevivieron al a tragedia: Hélio Hermito Zampier Neto, Jakson Follmann y Alan Ruschel.
En las últimas horas, a través del medio The Players Tribune, Neto contó una historia escalofriante que parece más cercana a un guion de alguna película que a la vida real. El marcador central tuvo que dejar la actividad profesional contra su voluntad por los dolores que le provocaron las heridas del accidente, aunque por fortuna para él su cuerpo terminó en una sola pieza. En el caso del arquero Follmann, le tuvieron que amputar una pierna.
Pero en esta carta, que también está firmada por Follmann y Ruschel, el exfutbolista contó que había soñado con la tragedia antes de que ocurriera.
Un testimonio que deja a cualquiera sin palabras
«Soñé que sucedería. Unos días antes de que partiéramos para la final de la Copa Sudamericana en Colombia, tuve una terrible pesadilla. Cuando desperté, le dije a mi esposa que había estado en un accidente de avión. Estaba en el avión por la noche y llovía mucho. Entonces el avión se apagó. Cayó del cielo. Pero de alguna manera pude levantarme de los escombros. Salí y estaba en una montaña por la noche. Todo estaba oscuro. Eso es todo lo que recordaba. El día del viaje a la final, no pude sacar la pesadilla de mi mente. El sueño fue tan vívido. Estaba martillando en mi mente. Entonces le envié un mensaje a mi esposa desde el avión. Le dije que orara a Dios para que me protegiera de ese sueño. No quería creer que realmente iba a suceder. Pero le pedí que orara por mí. Y luego vi que todas las cosas del sueño sucedían realmente… El avión se apagó. La fuerza cayó por completo. Estaba completamente despierto… Y el avión cayó del cielo. Una vez me desperté, vi que mi padre estaba sentado en la silla llorando. Todos los médicos entraron en la habitación. Mi madre y mi padre estaban ahí. Mi hermana. Un psicólogo. Pastor. Me dijeron que tenían algo que decirme. Mi padre me dijo: ‘¿Recuerdas ese sueño que tuviste?’ Dije: ‘Por supuesto que recuerdo el sueño. Le dije a mi esposa. Estaba en el avión por la noche. Llovió mucho. El avión se apagó. Cayó. Podría levantarme de los escombros. Salí y estaba en una montaña por la noche. Todo estaba oscuro’. Algo extraño sucedió cuando comencé a hablar de mi sueño. El psicólogo salió llorando de la habitación. Mi madre estaba llorando. El médico dijo: ‘Bueno, eso no fue un sueño, Neto. Eso era toda la realidad. El avión de Chapecoense se estrelló’. Ese fue uno de los momentos más duros de mi vida».
El hombre que volvió a esquivar a la muerte
En 2021, uno de los sobrevivientes de la tragedia volvió a salvarse de manera casi inexplicable. Se trata de Erwin Tumiri, un técnico en aviación boliviano. Esta vez, se encontraba en un colectivo que cayó a un precipicio de 150 metros en Cochabamba, Bolivia, y que dejó un saldo de 21 muertos.
El siniestro ocurrió el pasado martes luego de que un micro de la empresa Carrasco, que llevaba 45 pasajeros, perdiera el control y cayera al vacío a la altura del kilómetro 72 de a ruta que conecta Cochabamba con Santa Cruz. Tumiri resultó prácticamente ileso de este accidente. Sufrió algunas raspaduras en la espalda y un corte en la rodilla. “Está estable, gracias a Dios, una vez más se salvó”, dijo su hermana Lucia a medios bolivianos.
Según algunos sobrevivientes que se encuentran en observación en hospitales cercanos a la zona del accidente, el chofer del colectivo estaba manejando a muy alta velocidad. Debido a esto, los pasajeros le pidieron a los gritos que disminuyera un poco la velocidad pero éste los ignoro. Momentos más tarde, sintieron la caída fatal.
El propio Tumiri pudo confirmar esta versión durante una entrevista. “Estaba un poco somnoliento y escuchando música en mi celular cuando la gente empezó a gritar. Al momento de la caída, lo único que pude hacer es agarrar el asiento que estaba frente a mí, ensanchar mis hombros, apoyarme tanto en la ventana de manera que no pueda mover en el vuelco, porque sabía que era eso, que era un vuelco», le dijo al medio Unitel de Bolivia.
Junto a los tres jugadores de Chapecoense, la azafata Ximena Suárez y el periodista Rafael Henzel, Erwin es uno de los seis sobrevivientes de la tragedia aérea. /lmneuquen.com