Por lo general, la presión arterial es más alta durante el invierno y más baja durante el verano. Esto se debe a que las bajas temperaturas hacen que los vasos sanguíneos se estrechen temporalmente. Es necesaria más presión para que la sangre pase a través de venas y arterias estrechas. Esto hace que la presión arterial aumente.
Durante el invierno, es fundamental mantenernos abrigados para proteger nuestro corazón. Las bajas temperaturas pueden causar estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que dificulta el flujo de sangre y aumenta la carga de trabajo del corazón. Por lo tanto, asegúrense de usar ropa abrigada, especialmente al salir al aire libre.
Además, es importante mantener una alimentación saludable. En esta época del año, es tentador comer alimentos calóricos y ricos en grasas. Sin embargo, una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos bajos en grasa, es esencial para mantener un corazón sano. También es fundamental hidratarse adecuadamente, incluso si no sentimos tanta sed como en el verano.
El invierno puede traer consigo un aumento en las enfermedades respiratorias, como la gripe y los resfriados. Estas enfermedades pueden poner una carga adicional en el corazón, especialmente en personas con afecciones cardíacas existentes. Por lo tanto, es importante tomar precauciones para evitar infecciones respiratorias, como lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas enfermas.
No debemos olvidar la importancia de la actividad física. Aunque el clima frío pueda desalentarnos a hacer ejercicio al aire libre, buscar alternativas como caminar en un centro comercial o realizar ejercicios en casa puede ayudar a mantener nuestro corazón en forma. Consultar con un médico antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios es siempre una buena idea, especialmente si tenemos alguna afección cardíaca.
Por último, pero no menos importante, el invierno puede ser una época en la que nos sentimos más deprimidos o con menos energía. Esto puede afectar la salud del corazón, ya que el estrés y la ansiedad pueden desencadenar problemas cardiovasculares. Es importante cuidar de nuestra salud mental y buscar apoyo si nos sentimos abrumados emocionalmente. /ellitoral.com.ar
