Clara Marman, una argentina que estuvo 53 días en manos de Hamás, compartió su estremecedora experiencia tras ser secuestrada en octubre de 2023 durante el ataque a Israel. El secuestro, que ocurrió en un kibutz cercano a la Franja de Gaza, la llevó junto a su pareja, hermanos y sobrina a un departamento en Rafah, donde convivieron con cinco captores armados.
“El secuestro fue muy brutal, nos sacaron por el cerco del kibutz, que está a tres kilómetros de Khan Younis, en la Franja de Gaza. Nos han llevado por un túnel, en una caminata muy brusca entre cuatro y cinco horas”, recordó Marman.
Describió la tensión constante y la falta de libertad como el mayor desafío del cautiverio. Aunque no sufrieron agresiones físicas, señaló que “había mucha agresión psicológica. Estábamos todo el tiempo temblando de miedo porque nos amenazaban con sus armas; o nos pasaban de costado con cuchillo”.
El día a día en el cautiverio implicaba limitaciones extremas, como pedir permiso para las actividades más básicas. “La incertidumbre más grande de estar en cautiverio es no tener libertad y no poder decidir absolutamente nada, incluso tener que pedir permiso para ir al baño”, afirmó.
A esto se sumaba la carencia de atención médica y medicamentos. “Somos personas adultas, que tenemos medicamentos que tendríamos que haberlos agarrado diariamente y no los recibimos”, relató. Respecto a la alimentación, explicó que inicialmente los captores habían acumulado productos, pero estos se agotaron con el tiempo. “Fernando y Luis, sobre todo, que se quedaron mucho más tiempo, en los últimos días fue solamente pita, pan árabe y agua”, agregó.

En noviembre de 2023, Marman fue liberada junto a otras mujeres y niños como parte de un acuerdo entre Israel y Hamás. Sin embargo, su pareja y su hermano permanecieron retenidos hasta ser rescatados tras 120 días en cautiverio.
Actualmente, Marman subraya la importancia de respetar el proceso de recuperación de las víctimas. “Todas estas chicas que fueron liberadas no hay que acosarlas y hay que darles el tiempo lentamente para poder rehabilitarse”, sostuvo, agregando que “la recuperación nuestra y de todos nosotros todavía no se ha terminado. No hemos vuelto a nuestros hogares, casas y actividades”.
Finalmente, Marman hizo hincapié en la necesidad de liberar a todos los rehenes: “Lleva mucho tiempo poder recuperarse, y una cosa muy importante, hasta que nos podamos rehabilitar, es saber que todos los rehenes vuelvan. La sensación es que todavía seguimos secuestrados”, concluyó.
Intercambio de prisioneros como parte de un alto el fuego
En paralelo, Israel excarceló a un grupo de 90 palestinos, en su mayoría mujeres y menores, como parte de un acuerdo de alto el fuego con Hamás. La medida fue adoptada tras la liberación de tres mujeres israelíes secuestradas, quienes recibieron atención médica en Tel Aviv.
Este intercambio busca marcar un paso hacia la desescalada del conflicto, aunque las heridas emocionales de las víctimas y sus familias siguen abiertas, enfrentando el desafío de reconstruir sus vidas tras el calvario vivido./misionesonline.net