Horacio Herbas Mejías, jefe de la Policía de la Provincia de Jujuy, sostuvo que la violencia desatada por los manifestantes kirchneristas y de izquierda tuvo por objeto «causar destrucción generalizada, vandalismo puro» y afirmó que «todo estaba planificado».
Además, detalló que el accionar policial se puso en marcha cuando los manifestantes “derribaron el primer vallado y arremetieron con todo tipo de elementos contundentes contra la primera línea de efectivos conformada principalmente por personal femenino y sin armas que retrocedió para evitar la confrontación”.
Continuó indicando, que “superada la línea preventiva, se dispuso la intervención de Infantería para contener la avanzada violenta de manifestantes que, enardecidos, atacaron a los policías”.
En este sentido, lamentó la “ausencia de organizaciones de defensa de los derechos humanos y la igualdad de género” y requirió un pronunciamiento por la “no violencia contra servidores públicos y el personal femenino que fue brutalmente atacado, lesionado y herido cuando estaban indefensos y sin protección”. Asimismo, los instó a “entrevistar a propietarios de comercios dañados y saqueados, de vehículos particulares volcados, destruidos e incendiados, de casas dañadas y de un supermercado atacado”.
En otro orden, el jefe policial señaló que “muchos violentos profirieron insultos y órdenes, incitando a la violencia con la característica tonada porteña y rostros cubiertos” y añadió que “los incendios fueron provocados con bombas molotov, que no se arman en un minuto, es decir ya estaban listas para ser usadas”.
“Por otra parte -continuó- a dos masculinos que fueron detenidos se les secuestró la suma de $500.000 a cada uno que llevaban en sus mochilas”.
Consideró que, a la luz de los hechos citados y las circunstancias descriptas, “estaba todo planificado”.
En cuanto al ingreso de policías a viviendas particulares, explicó que ello ocurrió “ante la detección de la comisión de delitos en flagrancia” y precisó que “algunos efectivos, al ver que sus padres caían heridos, los protegieron y se protegieron repeliendo los ataques con piedras”. “No quedaba otra alternativa para resguardar la integridad física”, apuntó.
Por otra parte, afirmó que “es descabellada la versión sobre supuestos policías infiltrados que dañaron la Legislatura” y adelantó que “la investigación en marcha así lo demostrará y despejará dudas”.
Finalmente, aclaró que “ante la desmesurada violencia, se debió requerir apoyo a diversos organismos, tales como el Ministerio de Infraestructura, que facilitaron sus vehículos”, de allí la presencia y el empleo de camionetas sin las características identificaciones policiales.