Hasta fin de año, están programadas las jornadas de capacitación a equipos de Salud de todas las regiones para fortalecer el diagnóstico temprano de la enfermedad.
“El asma es una enfermedad que genera ausentismo laboral y ausentismo escolar, esto significa que tiene impacto social y económico; es una problemática de salud pública”, explicó la especialista en Neumología y directora del Hospital San Roque, Ana Otero, quien integra junto a las médicas María del Carmen Morales, Carolina Cañás, Patricia Meyer y Raquel Aguirre, el equipo que coordina la Estrategia Provincial de Asma.
“Estamos trabajando en este proyecto, fundamentalmente en capacitación con equipos médicos, de enfermería, agentes sanitarios, fortalecimiento las herramientas para la captación en terreno, la valoración y el diagnóstico temprano de asma en edad pediátrica, en la adolescencia, en el embarazo y en edad adulta, es decir, cubriendo las distintas etapas de la vida. A fines de mayo, estuvimos en La Quiaca y recientemente en la zona de Tilcara-Maimará, gracias al esfuerzo del Gobierno de la Provincia y del Ministerio de Salud, para los distintos encuentros presenciales”, agregó.
Considerando que hay subdiagnóstico de asma a nivel mundial, Otero remarcó que “con esta estrategia buscamos que las personas cuenten con atención adecuada, acceso a la medicación que requiere mientras se evitan complicaciones o derivaciones innecesarias a centros de mayor complejidad. Saber si el paciente tiene asma requiere de una buena historia clínica, un buen seguimiento y la indicación correcta de medicación, en dosis y forma correctas, buscando el dispositivo adecuado a cada persona”.
El trabajo en red es clave en la Estrategia Provincial de Asma, iniciando con los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), donde debe realizarse la primera consulta. Aquí se incluye una encuesta respecto a síntomas como tos crónica, silbido, sibilancia, mucosidad crónica y una correspondiente evaluación de la persona, atención y acceso a la medicación. “Si se requiere atención más especializada, se indica la derivación a hospitales regionales con equipos formados para la asistencia específica y en los casos de mayor complejidad, como personas con asma grave o de difícil control, la asistencia se cumple en hospitales San Roque, Pablo Soria o Materno Infantil, agregó Otero.
“La detección y el diagnóstico de asma realizados de manera temprana, nos permiten minimizar derivaciones y fundamentalmente reducir la mortalidad. Se trata de una enfermedad prevenible que podemos tratar y controlar”, remarcó Otero y sostuvo que “los pacientes con asma se acostumbran muchas veces a vivir mal, se despiertan de noche, rinden menor en la actividad física, pero debemos recordar que, con controles, medicación y tratamiento, la calidad de vida es posible”.
¿Qué es el asma?
Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de origen alérgico que afecta tanto a niños como adultos. En la niñez, puede manifestarse en distintas etapas siendo la edad más compleja para llegar a un diagnóstico y decidir un tratamiento por debajo de los 3 a 4 años. Siendo una enfermedad inflamatoria, el asma ocasiona limitación en el movimiento de aire de la vía aérea y del bronquio lo que se acompaña de una contractura del músculo lisobronquial. Esto hace que se forme una especie de carcasa que rodea al bronquio y limita el movimiento de aire por lo que se inician síntomas como tos, dificultad para respirar, para conciliar el sueño y en muchos casos, también un cuadro viral.

¿Por qué es importante la detección temprana del asma?
El asma no se cura porque la alergia tiene una predisposición genética pero, si se diagnostica, se lleva adelante un tratamiento acorde y adecuado desde edades tempranas se logra calidad de vida y poder prevenir complicaciones de la enfermedad. Los cuadros de broncoespasmo provocan lesiones a nivel de la pared bronquial, fibrosis que pueden complicar la efectividad del tratamiento.
De acuerdo a los síntomas, la enfermedad se puede clasificar en leve, moderada o severa y, en su etapa más aguda, puede ser fatal. Si una persona manifiesta incapacidad en las actividades diarias, cansancio permanente, agitación, sensación de ahogamiento, es indispensable la consulta al sistema de salud.