El réferi, de 34 años, fue parado tras el error en el encuentro de la Copa Argentina y no dirigirá Atlético de Rafaela vs. Mitre
el barrio porteño de Agronomía a Lincoln, en el noroeste bonaerense; de San Juan a Rafaela, en Santa Fe: de Salta a Corrientes. Podría tratarse del itinerario de un viaje, pero no: son los lugares del país que no guardan gratos recuerdos de Joaquín Gil, el árbitro nacido hace 34 años en San Pedro que este miércoles marcó un penal inexistente a favor de Deportivo Riestra y perjudicó a Comunicaciones en la Copa Argentina. La AFA decidió entonces bajarlo del partido que tenía asignado este fin de semana (Atlético de Rafaela vs. Mitre, por la Primera Nacional) y puso en su lugar a Jorge Baliño. “Se equivocó”, admitieron fuentes del Torneo Federal, competencia en la que Gil realizó la mayor parte de su carrera. Y agregaron: “Ahora no puede dirigir, porque no es un robot. Todo esto lo afecta y es mejor que descanse. Luego volverá a dirigir”.
En el fútbol se conocen todos: dirigentes, futbolistas y árbitros. Por eso, Comunicaciones, que milita en la B Metropolitana, fue con pie de plomo al partido en la cancha de Temperley contra Deportivo Riestra, que se estrenó este año en la primera división. Los presagios del Cartero se cumplieron en tiempo de descuento: Gil consideró infracción de Cipriano Treppo a Gonzalo Bravo y dio penal para el Malevo. En el primer tiempo ya había tenido otro error grosero al no señalar, esa vez sí, una pena máxima para los del Bajo Flores. “Le pesó no haber cobrado ésa”, estimaron en la AFA. Gil es un árbitro acostumbrado a las jugadas polémicas y a las portadas de los diarios y los sitios de noticias. Estuvo varias veces en el centro de la escena por penales dudosos, goles fantasmas y decisiones disciplinarias sin fundamentos. Hubo hasta agresiones físicas hacia el sampedrino, que ascendió en el referato del Torneo Federal de la mano de Gustavo Bassi, el máximo responsable de las designaciones arbitrales.
Gil está en la Liga Deportiva Sampedrina desde 2009 y firmó contrato con la AFA en 2021, año de su debut en el Federal A. Antes, en 2019, el árbitro fue convocado a una jornada de perfeccionamiento arbitral dictada por la FIFA en el predio de Ezeiza que hoy lleva el nombre de Lionel Messi. Se trató de una jornada para “jóvenes talentos” del referato argentino. Sin embargo, las charlas y las capacitaciones que recibía entonces Gil no tenían su correlato adentro de la cancha.
Ese mismo 2019, Gil fue noticia por su actuación en el partido entre Independiente (Chivilcoy) y El Linqueño, de Lincoln. Era la ida de la final del Regional Amateur en la región Pampeana Norte. Enojada por sus decisiones, la hinchada de los de Lincoln le lanzó un proyectil al árbitro a los 12 minutos del segundo tiempo y el partido se suspendió. Gil debió ser trasladado a un hospital para recibir asistencia. Según consta en el informe del encuentro, una botella de plástico de un litro, con líquido hasta la mitad, impactó en la cabeza de Gil. Mareado, suspendió el partido y recibió cuidados médicos en el Hospital Municipal. Los de Lincoln perdieron la serie en lo escritorios: el Tribunal de Disciplina de la AFA le dio por ganada la serie a Independiente, que se clasificó a la siguiente fase.
“Me acerco porque el arquero de El Linqueño estaba en el piso. Voy hacia el arco para corroborar y pedir asistencia y siento un golpe en la sien. Me tomo el rostro, perdí la conciencia, comencé a ver nublado, recuerdo que di dos o tres pasos y me senté en el piso. De ahí en más no tengo noción de lo que pasó. Cuando reacciono estaba en el hospital de Chivilcoy”, contó Gil entonces en Radio Chivilcoy. Al día siguiente, el árbitro regresó a su casa en San Pedro luego de recibir el alta médica voluntaria. Y volvió a su trabajo principal en una planta automotriz.
A comienzos de 2021, Gil volvió a ser designado en un partido decisivo. Esta vez, por un ascenso al Torneo Federal: en San Francisco (Córdoba) jugaban Ben Hur frente a Racing de Córdoba, equipo que ahora participa en la Primera Nacional. En la crónica del partido, que los rafaelinos perdieron por 2 a 1, el diario El Litoral escribió: “Ben Hur no pudo contra el árbitro, en un bochornoso partido”. Y agregó: “Un juez (Joaquín Gil, de San Pedro) totalmente parcial hacia Racing de Córdoba fue clave para torcer la historia del partido. Sobre el final los jugadores santafesinos intentaron agredir a la terna”. El defensor Miguel Yuste colgó los botines, enojado con la actuación de Gil: “Desgraciadamente estas cosas no son buenas y alguna vez se tienen que terminar. Ya no tengo ganas de jugar. No tienen sentido este torneo y arbitraje”, protestó, citado por El Litoral. Y añadió: “Da mucha lástima, mejoramos en el segundo tiempo pero todas las divididas eran de ellos. Siempre se hizo difícil y cuesta arriba. Teníamos una ilusión grande. Me despido del fútbol, no juego más”. Ben Hur terminó con un hombre menos y tuvo un penal en contra. Carlos Trullet, DT de los rafaelinos, también bramó contra el árbitro: “Fue tremendo lo que sucedió, nos cobraban mancha y no vieron dos penales a nuestro favor. Se nos ríen, una vergüenza”.
Hubo más de Gil y sus polémicos fallos al año siguiente, en 2022. A dos fechas del final de la temporada, Sportivo Desamparados, de San Juan, se jugaba el descenso del Federal A al Regional Amateur. Jugaba contra Liniers de Bahía Blanca y consiguió un empate agónico: con un hombre menos, su arquero atajó un penal en el último minuto. “Lo que ocurrió esta vez ya superó todos los límites pero ya lo habíamos vivido ante Bolívar, esa vez discriminó a un compañero por el color de piel. Fue gravísimo y son cosas que a esta altura no pueden pasar. En ese momento no dijimos nada por temor a que nos volviera a dirigir y finalmente pasó”, denunció entonces el defensor sanjuanino Agustín Callejas, citado por el Diario de Cuyo. “Íbamos con la idea de ganar pero arrancó el partido y empezó a cobrarnos mal y nos cambió los planes del partido. No son excusas pero es difícil entrar a jugar en esas condiciones. Teníamos que marcar con miedo porque cualquier falta era penal en un mínimo detalle y así pasó”, señaló por su parte el defensor Guillermo Pfund.
Ricardo Dillon, entonces entrenador del equipo sanjuanino, fue más allá, una vez consumado el descenso de Desamparados días más tarde. “Es muy difícil que a esta altura se cambie algo, pero por lo menos que un tipo como Joaquín Gil que es un corrupto quede expuesto. Él decía constantemente que la orden venía de arriba, entonces que alguien dé respuesta; si no el que pone más plata es el que gana. Fuimos perjudicados”, protestó el DT en una entrevista con Canal 13 de San Juan.
En 2023, Gil fue designado por primera vez en la Liga Profesional: fue cuarto árbitro en el encuentro entre Rosario Central e Independiente. Era el segundo sampedrino en llegar a lo más alto del arbitraje en el fútbol argentino: el primero había sido Mariano González. El ascenso le llegó con más actuaciones polémicas. Ya afirmado en el Federal A, y con la confianza de Bassi para dirigir en el principal torneo del fútbol del interior, fue designado para la final por un ascenso desde el Regional Amateur entre Sol de América (Formosa) y Camioneros Argentinos del Norte (Salta). El encuentro se disputó en el estadio Alfredo Terrera, de Santiago del Estero, una cancha que suele recibir partidos de primera división: es la casa de Central Córdoba, de esa provincia. Como le había ocurrido un año antes, Gil fue agredido por los futbolistas de Camioneros Argentinos, disconformes con sus fallos. Debió ser escoltado por la policía. Los formoseños se impusieron por 2-1 y subieron de categoría.
Más acá en el tiempo, y sobre el final de la temporada pasada, otro arbitraje de Gil motivó broncas y protestas. Jugaban por el Federal A Gimnasia y Tiro (Salta) vs. Boca Unidos (Corrientes). Y el árbitro anuló por posición adelantada un gol de los correntinos en tiempo de descuento que les hubiera dado la victoria: el encuentro terminó igualado 0-0. “Otro bochornoso arbitraje evitó que Boca Unidos le gane al puntero”, tituló el Diario Época. “En duelo cerrado, el equipo local marcó a los 45 minutos por intermedio de Maximiliano Solari, pero su conquista fue anulada por la terna. Los jueces cobraron una posición adelantada inexistente del atacante que ingresó en el complemento y había aprovechado un buen centro del lateral Joaquín Livera desde la izquierda, luego de recibir un pase de Saúl Abecasis”, dice la crónica del encuentro. Y detalla que “el fallo, ni siquiera discutible, provocó la reacción de los jugadores de Boca Unidos y las fuerzas de seguridad debieron intervenir para que se pueda reanudar el partido”.
“Gil dirigió muchísimo en el Federal A. Es uno de los que más dirigió en 2023″, contaron desde la AFA. Sobre su última jugada polémica, transmitida en cadena nacional porque fue decisiva para la suerte de Riestra y de Comunicaciones en la Copa Argentina, una fuente al tanto del arbitraje en el ascenso del interior lo defendió “En general es un buen árbitro y hasta ese momento había llevado perfectamente el partido. Se equivocó, pero habrá que darle otra oportunidad para que demuestre que está preparado para dirigir en categorías superiores”. Este diario intentó comunicarse con Gil para que diera su versión del penal para Riestra y de lo ocurrido en otros partidos suyos. No respondió. /Alejandro Casar González /LANACION..FOTOS: El Destape–TN