Avanza la causa que investiga la muerte de Ivo Rodrigo Torres, quien el pasado jueves fue baleado por efectivos de la Gendarmería Nacional en el barrio Praderas Urbanas de La Quiaca. El domingo se realizó la audiencia de imputación por la que los cuatro agentes, el subalférez Alexander Ezequiel Gunther, el sargento 1º Walter Daniel Álvarez, el cabo 1º Marcos Leonardo Wysniewki y la cabo Juliana Carina Enciso, fueron acusados del presunto delito de «Homicidio doblemente agravado por la alevosía y por la condición de ser miembros de una fuerza de seguridad».
Todos efectivos del Escuadrón 21 con asiento en La Quiaca.
Carlos Sebastián Espada, abogado de la familia de Ivo Torres, brindó precisiones acerca de la causa que tiene en la mira a los cuatro efectivos de la Gendarmería Nacional.
«Ha quedado acreditado que el fallecimiento se produce a causa de una herida causada por un arma de fuego. También se ha descartado esta idea de un forcejeo porque uno de los disparos viene precisamente realizado desde la espalda y esto es lo que tiñe al homicidio de alevoso», aseguró Espada, en referencia a la responsabilidad de los gendarmes.
Se trata de conclusiones que salieron a la luz tras la autopsia realizada al cuerpo el sábado en horas de la mañana en la morgue judicial de Alto Comedero. Si bien no hay un informe final, de manera preliminar se conoció que Torres recibió dos disparos, uno de ellos en el brazo y otro a la altura de la axila, que le habría perforado el pulmón. Mientras que de los otros siete disparos, cinco impactaron en la moto y dos en las inmediaciones, de acuerdo al trabajo realizado por el personal de la Dirección de Criminalística de la Policía de Jujuy.
Tres de los efectivos declararon y señalaron al sargento 1º Walter Daniel Álvarez como el responsable de haber gatillado contra la humanidad de Torres. Además, hasta el momento, el mencionado agente no prestó declaración con respecto a lo sucedido.

Luego de la autopsia se pudo comprobar que fueron dos los disparos que terminaron con la vida del joven estudiante de la carrera de Turismo, oriundo del pueblo puneño de Barrancas, departamento Cochinoca.
En un primer momento había trascendido un posible forcejeo entre Torres y los efectivos de la Gendarmería, lo cual quedó totalmente descartado. La otra hipótesis se basaba en que Torres podría haber visto alguna situación comprometida de los agentes de la fuerza federal, lo cual habría generado la injustificada reacción de perseguirlo y abrir fuego contra la humanidad de la víctima. /La Quiaca al Día