La gran familia de Gimnasia y Esgrima de Jujuy vivió un momento conmovedor, en el cual la historia y el presente se fusionaron en un aplauso eterno para quien supo ser más que un jugador, un símbolo, un referente, un pedazo de la identidad del “Lobo”: Manuel Alfredo Guerrero.
Entre anécdotas e inagotables expresiones de afecto, el “23 de Agosto” dijo ¡hasta siempre “Negro” querido y gracias por tanto! con la voz de miles de corazones que jamás olvidarán su legado.
Allí estuvieron familiares de Guerrero, amigos, ex compañeros, dirigentes e hinchas, todos unidos en una evocación que fue un crisol de recuerdos vivos, mezclados con la tensión propia de la competencia actual y la gran responsabilidad de consolidar un prometedor presente que hoy ilusiona a toda la provincia.
No fue un domingo más, fue una oportunidad que Jujuy aprovechó para demostrar su capacidad de valorar y seguir avanzando sin olvidar.
La cita fue con el fútbol, el deporte que convoca multitudes y despierta sentimientos profundos, pero también fue un encuentro con el compromiso de prolongar un camino de éxitos y satisfacciones para todos los jujeños como lo supo hacer el “Negro” Guerrero.



