El motivo habría sido diferencias irreconciliables con la cúpula.
La interna de la Confederación General del Trabajo (CGT) se agravó este lunes con la renuncia de Mario «Paco» Manrique a la secretaría gremial de la central obrera. El referente del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), también diputado nacional por el kirchnerismo, había anticipado su salida días atrás, al marcar sus diferencias con la cúpula de la CGT por el canal de diálogo que se abrió con el Gobierno.
Aunque en su nota de renuncia no hizo ningún cuestionamiento particular al consejo directivo y alegó, en cambio, que decide alejarse por un «cúmulo de tareas y responsabilidades (…) que hacen imposible continuar en el cargo con la responsabilidad y dedicación que éste merece», lo cierto es que Manrique venía de lanzar duras críticas a los líderes cegetistas por la negociación con el gobierno de Javier Milei.
«Voy a renunciar a la CGT, esta CGT a mí no me representa. Se vació de contenido, no tiene claro hacia dónde va», había anticipado la semana pasada, en declaraciones radiales. Para el referente del gremio de los mecánicos, la central obrera «se convirtió en cuatro o cinco dirigentes que discuten a escondidas».
«No sé cuáles son los objetivos de la CGT y eso que soy el secretario gremial. No hay diálogo, se cortó la mesa chica. Me entero más lo que pasa con la CGT por la prensa que por los compañeros», sumó.
«La CGT se enoja cuando en momentos electorales la política la dejan de costado, pero nunca asume un compromiso, siempre están navegando en ese río del medio a ver en qué orilla se paran según la conveniencia de algunos actores», disparó.
En la interna de la CGT, Manrique claramente está alineado con el kirchnerismo. Llegó a su cargo como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires gracias a la banca del jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, y semanas atrás participó de un encuentro de sindicalistas con Cristina Kirchner.
La salida de Manrique no significa que Smata también deje la CGT. De hecho, el cargo de Manrique como secretario gremial será ocupado de ahora en adelante por Laura Gisele Lorenzo, del mismo gremio. Y Smata es conducido formalmente por Ricardo Pignanelli, un dirigente que está en sintonía con el resto de la conducción de la central obrera. Manrique oficia como una suerte de «número 2?.
A fines de septiembre, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió en Casa Rosada a una decena de dirigentes gremiales tras la reglamentación de la reforma laboral incluida en la Ley Bases. Y consiguió que la central obrera ocupe su silla en el Consejo de Mayo, luego de haberlo rechazado.
Además «acordaron conformar una mesa tripartita (Gobierno, CGT y empresariado) para avanzar con diversos temas de la agenda laboral» y «con distintos aspectos de la reforma laboral». Tal como había anticipado TN, el Gobierno busca negociar una ampliación de los cambios y evitar un nuevo paro general.
Participaron Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio) -dos de los tres integrantes de la cúpula de la central obrera-, junto a Gerardo Martínez (Uocra), Roberto Fernández (UTA), Andrés Rodríguez (estatales de Upcn), Daniel Ricci (docentes universitarios de Fedun), Sergio Romero (docentes de UDA), Jorge Solá (Seguros), Cristian Jerónimo (Vidrio), Maia Volcovinsky (Judiciales), Marina Jaureguiberry (docentes de Sadop), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Robustiano Geneiro (Uthgra). /Fuente: El Liberal