El preso es importante, pero el comando que actuó es más aún.
Patricio Ruiz Díaz conocido como «Señor Fusil» había llegado a la cárcel federal de General Güemes desde Santiago del Estero, con un importante operativo. Allí las autoridades no lo quisieron mantener en ese lugar por el inminente peligro de fuga que representaba.
Apenas unos meses después el delincuente ligado a los carteles de la droga consumó su fuga en el penal federal de nuestra provincia, desde donde se escapó -se dice- antes de la medianoche del 31 de diciembre, ayudado por al menos un grupo de profesionales, quienes utilizaron tres vehículos para hacer desaparecer al narco pampeano, según una fuente del Valle de Siancas.
Todos los caminos conducen al profesionalismo de un comando. Personas con entrenamiento en eludir barreras físicas e incluso electrónicas que operaron en General Güemes muchas horas antes de la fuga.
Utilizaron tres vehículos
Fuentes aseguraron a El Tribuno que se utilizaron tres vehículos, uno de ellos secuestrado por la policía local cuando lo abandonaron en cercanías de la ciudad, cuando traspasaron al fugado a un segundo vehículo, una camioneta oscura, para salir de la misma y supuestamente ya en ruta 34 abordar un tercer rodado para eludir cualquier seguimiento por cámaras que pudiera haber identificado un vehículo sospechoso en ese rango horario. La camioneta hallada abandonada, una Ford Ecosport, es un vehículo con pedido de secuestro emitido en la provincia de Buenos Aires y que habría sido utilizada para hacer inteligencia y transportar al comando que hachó el pasto para la fuga, es decir preparó la zona aledaña al complejo penitenciario para que Patricio no tropezara o se ensuciara al cruzar una acequia que lo separaba de un pequeño monte, cercano al perímetro de la cárcel, donde fue recogido, llevado hasta la ruta y trasladado a un tercer vehículo que salió con rumbo inverso al segundo vehículo.
Fuentes aseguran que la diferencia horaria entre la fuga y la denuncia de la desaparición del condenado es capital para establecer hacia dónde se encaminó Patricio Ruiz Díaz y su comando de profesionales. /El Tribuno Salta