Por las Fiestas y los bajos precios en Bermejo esa frontera tiene movimientos que no se veían en mucho tiempo. Afirman, que la oscura sombra del narcotráfico estuvo detrás de los graves incidentes del miércoles último.
Tras los graves enfrentamientos del pasado miércoles en el Puesto 28 de Junio, control de Gendarmería situado sobre la ruta nacional 50 entre la ciudad de Orán y Aguas Blancas, los viajes de compras en esa línea fronteriza se desenvolvieron con normalidad y sin incidentes. Así lo reportaron en la tarde de ayer fuentes de Migraciones, Aduanas y fuerzas federales del Plan Güemes.
En las últimas semanas los movimientos de argentinos que cruzaron a Bermejo (Tarija) para aprovechar los bajos precios en las compras de fin de año, se mantuvieron con medias diarias de 2.000 a 3.000 personas. Tras la puesta en marcha del operativo que lanzaron la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el gobernador Gustavo Sáenz el 9 de diciembre último, por algunos días en los controles hubo demoras que despertaron quejas. «Ahora todo está más fluido, aunque tuvimos días con tanta cantidad gente que no cabía un vehículo más en las calles de Aguas Blancas», graficó una de las tantas trabajadoras que en esa localidad tienen su economía doméstica atada al movimiento transfronterizo.
«Hay calma porque la comunidad de trabajadores de la frontera no se dejó arrastrar por quienes desde la oscuridad incitaron una violenta toma al puesto 28 de Junio para boicotear al Plan Güemes», sostuvo el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, tras expresarse convencido de que la sombra del narcotráfico «estuvo detrás» de los graves incidentes que dejaron una persona fallecida, Fernando Martín Gómez, y cerca de un medio centenar de heridos, entre quienes al menos tres -un gendarme y dos pasadores de hojas de coca (conocidos en la jerga fronteriza como «chancheros») recibieron disparos bajo circunstancias que investiga la Fiscalía Federal de Orán.
Zigarán destacó que, en general, los pasadores de la frontera (conocidos como «bagayeros») no se prestaron a la reacción buscada para desestabilizar al operativo que reforzó la zona con cerca de 200 gendarmes y otro centenar de efectivos de la Policía Federal y la Prefectura Naval. «Se entendió que el objetivo del Plan Güemes apunta a combatir al narcotráfico y controlar el bagayeo».
En similares términos se pronunciaron otros funcionarios del gobierno provincial, de la cartera de Seguridad de la Nación y el intendente de Orán, Baltasar Lara Gros, quien afirmó que «hay quienes quieren que el Plan Güemes fracase» porque apunta a «separar la paja del trigo». Esto es, según palabras de la ministra Bullrich, ordenar la actividad de la frontera, ampliar la seguridad y cerrar las grietas que aprovechan organizaciones narcocriminales.
Separar la paja del trigo
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, remarcó que los bagayeros que se mueven con los viajes y tours de compras a Bolivia trabajan de día, mientras que los «chancheros», que portan bultos con hojas de coca entre los que a veces suelen encontrarse ocultos ladrillos de cocaína, lo hacen de noche.
Zigarán remarcó que lo ideal sería que los «chancheros» puedan ganarse la vida como tantos otros trabajadores de la frontera que portean mercancías incluidas en las franquicias aduaneras. En este punto, recordó que el Código Aduanero arrastra un contrasentido que espera por un sinceramiento razonable y superador. El funcionario recordó que en los últimos años legisladores nacionales de Salta y otras provincias de la región han insistido en la necesidad de legalizar y darle una trazabilidad adecuada al ingreso de hojas de coca destinadas al coqueo, para terminar con una larga y onerosa contradicción, ya que su comercialización y consumo están habilitados por una ley nacional, pero la importación está vedada en el Código Aduanero desde 1978 por un decreto de facto del dictador Jorge Rafael Videla./eltribuno.com