El cóndor andino rescatado en Volcán, fue liberado en la Cuesta de Lipán.
Un nuevo ejemplar de cóndor andino (Vultur grypus) fue liberado por los equipos del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia. Desde esta institución, en un trabajo articulado con los profesionales del Programa de Conservación Cóndor Andino y la Fundación Temaikén, se garantizó la recuperación y bienestar del animal.
El ave había sido encontrada el 27 de noviembre de 2025, en horas de la tarde, cuando una llamada encendió las alertas que movilizaron voluntades, conocimiento y compromiso. En la localidad de Volcán, departamento Tumbaya, fue hallado este ejemplar de Cóndor andino, un macho adulto en estado de decaimiento. Oficiales de la Seccional N° 12 de Volcán, fueron los primeros que acudieron al auxilio, para luego dar aviso a los equipos del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia.
El ave, símbolo ancestral de los Andes y guardián de nuestros cielos, necesitaba ayuda urgente. Gracias al rápido aviso y a la inmediata intervención del personal técnico y de las fuerzas de seguridad provincial, el cóndor fue rescatado y trasladado de urgencia al Centro de Atención de la Fauna Autóctona de Jujuy (CAFAJu), donde se activaron los protocolos de evaluación clínica y estabilización.
Al ingreso, el diagnóstico fue preocupante: debilidad generalizada, dificultad para mantenerse erguido, mucosas pálidas, signos compatibles con hemorragias internas y externas, y un evidente estado de deshidratación. Los estudios clínicos y de laboratorio confirmaron un cuadro de intoxicación por cebo tóxico, una de las amenazas silenciosas más graves para la fauna silvestre.





Frente a este escenario, el equipo de la cartera ambiental realizó un tratamiento intensivo con monitoreo permanente. Durante las primeras 48 horas, el ejemplar mostró una evolución alentadora, recuperando estabilidad hemodinámica y capacidad de sostén.
Entendiendo la complejidad que implica la rehabilitación de un cóndor adulto intoxicado, se estableció una articulación interinstitucional inmediata con la Fundación Bioandina y la Fundación Temaikén, referentes nacionales en la conservación de grandes carroñeros. Las instituciones coincidieron en la necesidad de continuar el proceso en un centro especializado, y el 2 de diciembre, el cóndor fue trasladado a las instalaciones del Centro de Recuperación de Especies de Fundación Temaikén, en la provincia de Buenos Aires.
Ingresó clínicamente estable, sin signos de enfermedades infectocontagiosas, y comenzó una etapa clave de rehabilitación bajo un estricto protocolo de aislamiento humano, fundamental para evitar cualquier inconveniente, y garantizar así su futura reinserción en la naturaleza.
Allí fue bautizado Kuntur Kuteq, que en quechua significa “El retorno del Cóndor”. Un nombre que honra su fortaleza y simboliza el esfuerzo colectivo que hizo posible su recuperación.
Hoy, esa historia tiene un nuevo capítulo: Kuntur Kuteq volvió a desplegar sus alas en libertad. La liberación se realizó en la Cuesta de Lipán, un escenario emblemático donde el cielo y la montaña se encuentran para servir de hábitat para estas especies.
Este regreso no es solo el de un ave. Es la prueba de que cuando el Estado, las instituciones especializadas y la comunidad trabajan juntas, la conservación de la biodiversidad es posible. También es un llamado a la conciencia: el uso indiscriminado de cebos tóxicos pone en riesgo a especies protegidas y al equilibrio de nuestros ecosistemas.
Desde el gobierno de Jujuy destacan que «cuidar al cóndor es cuidar nuestra identidad, nuestro ambiente y nuestro futuro». Por eso también hicieron una reflexión: «Que el vuelo de Kuntur Kuteq nos recuerde que cada acción cuenta, y cada esfuerzo en favor del cuidado, la conservación y el aprovechamiento sostenible ambiente es valioso».














































