El Plan Güemes, presentado a fines del año pasado por el Gobierno Nacional para reforzar la lucha contra el narcotráfico en la frontera, suma tensiones en el norte salteño. En las últimas horas se dispuso el cierre de los pasos ilegales en Aguas Blancas, lo que obliga a los vecinos que cruzan a Bermejo a realizar compras a regresar por la Aduana, declarar lo adquirido y pagar la franquicia correspondiente.
El operativo fue ejecutado por fuerzas federales que responden al Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich. No se trata de una acción ilegal, ya que está dentro de las facultades del Estado, pero sí abre un escenario de fuerte tensión socioeconómica en la región, donde gran parte de la población vive del comercio informal fronterizo.
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, manifestó su sorpresa y malestar: “Esto es algo inconsulto. Yo tuve que bajar a la zona del corte para averiguar y me dijeron que el operativo se va a extender hasta las 17 o 19 horas. No me avisaron nada y no me parece adecuada la forma sin consultarme”.
Aunque reconoció que los controles en frontera son necesarios, Zigarán marcó un contraste, “Aclaro que si lo hicieron en todos los pasos fronterizos, está bien. Ahora, si solo lo hicieron acá, queremos saber por qué. Lo lamentable es que dejaron que pasen todos y después, en una suerte de trampera, los agarraron para que paguen multas”.

El funcionario advirtió que con el cierre de la finca Karina “bajó en un 80% el contrabando” y consideró que esta nueva disposición altera acuerdos previos. “Si unilateralmente cambian las reglas, están excluyendo a los trabajadores de frontera y atacando la economía de la región. Estoy completamente en desacuerdo. Más allá de que sea legal, no pueden de rompe y raja, sin previo aviso, venir y no dejar trabajar a la gente del pueblo”.
Finalmente, deslizó que la decisión podría tener un trasfondo político. “Si es un operativo general, Nación está activando un protocolo que desconocemos. Ahora, si es solo en Aguas Blancas, me hace ruido. Sospecho que, a días de una elección, vengan a alterar la paz social sin motivo. Para mí es una muy mala señal que manda el Gobierno Nacional contra la provincia y el municipio de Aguas Blancas”. /Norte Ya