El radical Pullaro, que integra el sector que lidera Lousteau y tuvo el apoyo de Larreta, ganó con comodidad las PASO y envió una fuerte señal a la coalición opositora. El peronismo unido quedó a más de 35 puntos de distancia, el peor registro desde 1983. Triunfaron la voluntad de cambio de los santafesinos y los dirigentes moderados
El resultado de las PASO en Santa Fe, el tercer distrito electoral del país, dejó ganadores nítidos y obvios, como el precandidato victorioso, el radical Maximiliano Pullaro, el líder de Evolución y que disputa la sucesión porteña, Martín Lousteau, y el precandidato a presidente Horacio Rodríguez Larreta. Pero también dos claros derrotados: el PJ provincial, que quedó a más de 35 puntos de distancia, el peor registro desde 1983, como así también el eje que formaron dentro de Juntos por el Cambio Carolina Losada, Patricia Bullrich y Mauricio Macri.
Santa Fe dejó una fotografía que se interpreta por una lógica provincial pero afectada por las lealtades, divisiones y enconos del ámbito nacional. Como ya pasó en otras elecciones, se reprodujo a escala las mismas líneas trazadas en la pelea que protagonizan, principalmente, los sectores que animan la verdadera interna que se definirá el próximo 13 de agosto: Larreta, la UCR orgánica y un sector numeroso de dirigentes y votantes del PRO versus Bullrich, y los halcones del PRO y del radicalismo, con la dirección técnica del ex presidente Macri.
La campaña de Juntos por el Cambio estuvo atravesada por un nivel de agresividad desconocido en la coalición opositora. Losada lanzó acusaciones contra Pullaro, sembró las peores sospechas en una provincia castigada por la violencia sin límites de los narcos. Y aclaró que, si ganaba, no convocaría a su rival. Después de esa andanada, la senadora publicó un video en sus redes sociales que reunió a todos los que sostuvieron su postulación: arrancaba con Bullrich y terminaba con Macri, y en el medio, María Eugenia Vidal, Luis Juez, Ernesto Sanz, Luis Naidenoff, Alfredo Cornejo y Fernando Iglesias, a Luis Petri, Mario Barletta y Luciano Laspina: “Es con Caro”, decían antes de la derrota. Hoy dijo que ganó Juntos por el Cambio.
También, el resultado confirmó las peores sospechas en el peronismo santafesino, que incluso pueden trascender las fronteras y salpicar la carrera nacional. El gobierno de Omar Perotti recibió un castigo histórico en las urnas y comprometió la incipiente recuperación que pareció insuflar en el ánimo del kirchnerismo la definición de la fórmula presidencial de Unión por la Patria.
Se trata de un resultado magro sin precedentes no tanto por el porcentaje, sino sobre todo porque pocas veces el PJ había conseguido tan pocos votos. Más allá de que la actual sea una PASO, es importante resaltar que, desde 1983, el PJ sólo perdió tres elecciones a gobernador: la de 2007, cuando ganó Hermes Binner y Rafael Bielsa tuvo “sólo” el 42% de los sufragios; en 2011, que se impuso Antonio Bonfatti, ante un escuálido 22% de Rossi, que representaban 388 mil votos; y en 2015, que triunfó Miguel Lifschitz, con Perotti que cosechó el 30%.
Los cuatro candidatos de extracción peronista del Frente Juntos Avancemos cosecharon 28 puntos, o 422 mil votos. Una debacle que pone en crisis la sensación de recuperación de competitividad que había empezado a registrar la dirigencia nacional del peronismo. En la PASO, el senador Marcelo Lewandowski se impuso con 17,89%, mientras que el camporista Marcos Cleri, obtenía menos de 4,15%, Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita, 3,12%; y Leandro Busatto -que responde a Agustín Rossi, el precandidato a vicepresidente de Unión por la Patria- algo más de 2%.
Para analizar los pormenores de las PASO y las causas y consecuencias de este resultado, Infobae consultó a Federico Aurelio (Julio Aurelio-Aresco); Lucas Romero (Synopsis), Facundo Nejamkis (Opina Argentina) y Carlos Fara (Carlos Fara y Asociados). Si bien todos coincidieron en que se trató de un resultado previsible lo que sorprendió a todos fueron las magnitudes de las diferencias entre los competidores, sobre todo entre Juntos por el Cambio y el PJ, pero también entre Pullaro y Losada. Allí se preveía una diferencia ajustada.
Los analistas no sólo compartieron sus opiniones sobre lo que pasó este domingo en términos de cálculos, de cantidades de votos, sino también las proyecciones y escenarios que abrió el resultado de este domingo en Santa Fe, no sólo para el presente y el futuro de la provincia, sino sobre todo para la cuestión nacional, cuando la campaña entra en sus últimos 24 días corridos a partir de mañana. Poco más de tres semanas antes de las PASO del 13 de agosto.
Nejamkis anotó entre los ganadores a Pullaro y Larreta, pero sobre todo al senador Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti, que desde el radicalismo porteño y la línea nacional Evolución sostuvieron políticamente al precandidato ganador. Y entre los perdedores, además, de los inevitables Losada, Bullrich y Macri, incluyó al intendente de Rosario, Pablo Javkin, que hizo campaña con ellos y tomó distancia de sus adversarios.
Pero también, resaltó que hubo una derrota que también fue conceptual: “Muchas veces los mensajes duros suelen parecer que son mayoritarios y no siempre se comprueba. A veces las mayorías silenciosas o más moderadas, buscan opciones políticas que les den más tranquilidad y más seguridad”. Aunque aclaró que “no hay que hacer proyección lineal y directa con lo que después va a suceder en la elección de agosto”, resaltó que “Santa Fe es una provincia que tiene una clara problemática vinculada con el tema de la seguridad en su agenda, con el tema del narcotráfico, y sin embargo terminó eligiendo un moderado, y dándole la espalda a los duros o por lo menos eligiendo a una porción de los duros”.
“Es una llamada de de atención a determinado tipo de mensajes que plantea la dureza, el vamos por todo, o lo que es igual el todo o nada. Creo que hay una señal de advertencia y no digo que necesariamente se traduzca a nivel nacional porque cada lección provincial tiene sus características particulares, pero es un dato a tener en cuenta”, advirtió Nejamkis.
Se trató de una mirada que coincidió con la expresada por Carlos Fara: “Como lo vimos en San Juan, no gana la agresividad, sino que gana la moderación. En estas peleas hacia adentro termina perdiendo más el que las genera. Esto no significa que esta sea la tendencia de la primaria del 13 de agosto, pero es una nueva expresión de lo que la sociedad va manifestando”.
Mientras hay encuestas que favorecen a Patricia Bullrich en la interna, Fara advirtió que este resultado, como el que obtuvieron en San Luis, con Claudio Poggi; o en San Juan, con Marcelo Orrego; o incluso en Córdoba, donde Juez quedó debilitado después de la derrota por 3 puntos ante Martín Llaryora; puede alterar los inestables equilibrios internos de Juntos por el Cambio. “Los representantes de Larreta en el territorio van a hacer campaña para Horacio. Eso puede amortiguar la diferencia que puede haber en algunos lugares a favor de Bullrich. Pero no hay nada definido, porque faltan casi 4 semanas, que para Argentina en campaña son una eternidad”.
Por su parte, Lucas Romero ofreció algunos caminos para explicar las causas de la derrota de Losada, como así también del magro resultado que obtuvo el PJ. “Hubo mucho más intento de nacionalización de la elección de parte de Losada, de Bullrich y de Macri -pero sobre todo de Bullrich- que se sumaron muy fuerte a la campaña y estuvieron muy presentes en Santa Fe en las últimas semanas”.
“Fue una jugada riesgosa la que hizo Patricia Bullrich, que hoy la pone en el lugar de los perdedores. Asumió un riesgo que, después, se paga. Pareció que buscaban una victoria frente a Larreta que en ese punto les viene enarbolando una serie de triunfos provinciales que ya son muchos: en Neuquén Larreta apoyó mucho más a Figueroa que Macri y Bullrich; en San Luis el candidato era más de Larreta, en San Juan el candidato fue impulsado y apoyado por Larreta”, explicó el titular de la consultora Synopsis.
Y recordó que en esos “grandes triunfos” en la antesala de las PASO del 13 de agosto “ponen en valor algo que Larreta tiene como ventaja frente a su rival que es que tiene un tejido previo, un sistema de acuerdos, de vinculación político-territorial mucho más sólido que el de Bullrich. Quizás ella apostó doble o nada porque quería tener un triunfo que la termine de impulsar”.
Asimismo, Romero resaltó que el del domingo en Santa Fe “es también un gran triunfo también para Lousteau, porque Pullaro está muy identificado con él, incluso más que con el propio Larreta”. Para el analista político, la PASO de este domingo “en la interna de Juntos por el Cambio pone las cosas un poco en perspectiva -y que venimos remarcando- que hay una pelea pareja”.
“Las encuestas online dan mucha ventaja a Bullrich, pero en las presenciales vemos una pelea mucho más pareja, con diferencias en el margen de error. Esto puede ser un anticipo, quizás, de que esa estructura que Larreta fue construyendo, le va a dar resultado”, afirmó, pero subrayó que sin dudas, la principal afectada por este resultado de manera negativa es Patricia Bullrich porque “se jugó muchísimo”.
Esa intervención que tuvieron Bullrich y Macri contrastó con la distancia que mantuvo Rodríguez Larreta. Según lo que sugirió el propio candidato ganador cuando fue entrevistado por Infobae, la lógica que quería imponer en la campaña era de que se trataba de una elección provincial, con problemáticas provinciales y soluciones que deberían aportarse desde el territorio.
“El resultado pone en contexto una pelea que no está definida, que es la interna entre Bullrich y Larreta. En todo caso es un triunfo más de Larreta de muchos que tuvo a lo largo y ancho del país y en lo que va del año en las elecciones provinciales, que Bullrich no pudo tener. La mayor apuesta de Bullrich había sido Córdoba y Mendoza, donde los resultados no fueron como esperaban”, agregó Lucas Romero.
La debacle del peronismo
Por otra parte, el director de Synopsis Consultores puso el foco en el resultado que obtuvo el peronismo en Santa Fe. “Si finalmente, queda en 65 a 25 por ciento o 70 a 30 por ciento. Es una derrota fenomenal del PJ que afecta el clima general. Massa está intentando reconstruir la sensación de competitividad, dando una imagen de orden político y económico, pero esto pone blanco sobre negro las dificultades que enfrenta el oficialismo”.
“Es difícil pensar que el peronismo esté competitivo perdiendo así en Santa Fe, que es la segunda provincia más grande que tienen gobernando. Este es el otro dato político que deja esta PASO”, abundó Lucas Romero. “Una cosa era una derrota más o menos ajustada o en términos razonable, pero si es 60/30, es un golpe fenomenal”.
Para el analista, se trató de “un pésimo resultado para el peronismo y es un resultado que afecta ese principal objetivo que tiene Sergio Massa, que es demostrar que está competitivo, porque él necesita demostrar que todavía se puede pelear la elección”. “Acá vinculo otro punto que para mí clave: no es solo el nivel de participación baja, porque está aumentando el ausentismo y no es una novedad, sino que hay que interpretar que la caída en la participación puede estar afectando más al peronismo”, alertó Romero.
“Lo vimos en 2021 y tenemos estudiado que donde más cayó la participación es el tercer cordón del conurbano bonaerense, que son del peronismo o donde le suele ir muy bien al peronismo. La gente no está yendo a votar. La pregunta pertinente que se impone es cuál sería el motivo por el cual esta vez sí irían. Tal vez haya que empezar a relacionar la baja participación con un problema de competitividad del oficialismo”, explicó Romero.
A esa mirada, Federico Aurelio le sumó una perspectiva más: individualizar la responsabilidad de la caída sin precedentes del PJ. “En su momento se consideró que a partir del triunfo en su gobernación, Perotti podía nacionalizar su figura. No solamente no se nacionalizó, sino que termina con una elección sumamente mala, históricamente mala para el peronismo en la provincia. Hay una responsabilidad en la en la gestión Perotti en este resultado tan malo”.
“Tampoco tenían los candidatos del peronismo un atractivo especial para los santafesinos, dado que ninguno llegó a tener 20 puntos de acompañamiento. Acá hay una dificultad de encontrar candidatos competitivos, a diferencia de lo que el peronismo tuvo históricamente en Santa Fe”, recordó el director de la consultora que fundó su padre Julio Aurelio.
Para el analista político, “lo más sorprendente respecto a las encuestas que se leían fue la diferencia significativa entre Pullaro y Losada, que representa un nuevo éxito en una elección local de Rodríguez Larreta versus una derrota de Bullrich, teniendo en cuenta que ella había hecho un acompañamiento público a la otra candidata. Habrá que ver las consecuencias nacionales de esto, porque ya no estamos hablando de una provincia que pesa el 1 o 2% del electorado, sino de una que representa casi 9%. Eso seguramente le va a generar una confianza en el estado de ánimo a todo el equipo de Larreta y a todos los dirigentes que lo están acompañando”.
El voto oculto o “los desinteresados”
En este punto, Federico Aurelio abrió una nueva ventana en el análisis de las PASO de Santa Fe. Advirtió que la inesperada diferencia entre los rivales de las PASO de Juntos por el Cambio puede estar indicando la presencia inadvertida de lo que dio en llamar “los desinteresados”, que son aquellos que “no están tan interesados en responder las encuestas y por no son detectados”.
“Es probable que pueda estar pasando a nivel nacional. En el equipo de Larreta perfectamente pueden hacer ese razonamiento. Aparte de que ya es otra provincia más -y con un peso tan importante- donde el principal candidato del espacio Cambiemos va a apoyar a Rodríguez Larreta”, explicó y subrayó que otro factor a tener en cuenta es la ciudad de Buenos Aires, donde también hay un consenso de los encuestadores y la política de que Jorge Macri está aventajando a Lousteau.
Reconoció que en sus investigaciones detectan diferencias menores a 5 puntos tanto entre Patricia Bullrich y Rodríguez Larreta, como entre Jorge Macri y Martín Lousteau: “También se ve este mismo fenómeno. Cuando se utilizan metodologías de encuestas que mejor detectan a los desinteresados, las diferencias se achican, mientras que las encuestas más rápidas, que son respondidas con mayor predominio por los interesados en la política, es donde más diferencia le da a Bullrich y a Macri”.
“Frente a los resultados que estamos viendo, sin duda que hay que tener en cuenta al desinteresado, que no les interesa responder las encuestas, pero están yendo a votar, por lo menos en lo que se refiere al votante Cambiemos”, afirmó Aurelio y, como señaló Romero, también planteó “alguna duda sobre el desinteresado de nivel económico más bajo y más vinculado con el peronismo que considero que es parte de la responsabilidad de las malas elecciones que últimamente está haciendo peronismo”.
Acá, el aporte del director de Aresco-Julio Aurelio es que confirma que ese núcleo de sectores empobrecidos del suburbano bonaerense fue “el principal responsable de la mala elección del 2021, en la legislativa, y por eso el peronismo va a tener que estar muy atento a ellos. En nuestras mediciones surge con claridad que ellos son los que dicen que tienen menos ganas de ir a votar”.
Voto en blanco, ausentismo y Milei
La mirada también se posa sobre tres factores claves a la hora de analizar cualquier elección: el factor Milei -que no reconoce candidatos propios en la competencia, aunque haya listas que lo invoquen-, el ausentismo y el voto en blanco, que en los comicios provinciales suele estar en el orden del 7 y el 8%, números que se repitieron en Santa Fe.Al respecto, Federico Aurelio destacó que en todos los electorados no del mundo tienen un peso cada vez mayor aquellos que no se sienten representados por la dirigencia. “Hay que empezar a acostumbrarse, incluso en Argentina y a pesar de que sea obligatorio votar, a que cada vez van a haber menos ganas de votar. Vamos a tener que acostumbrarnos a la ausencia ya no va a ser del 15 al 20% como era en su momento, sino un poco más, porque hay un marco de desazón que tiene la gente, junto a la continuidad de la crisis. Va a estar en el orden del 70% o un poco menos la asistencia”.
“Lo de Milei en Santa Fe es otra demostración de algo más general, aunque ahora ocurre en una provincia que representa el 9% del padrón electoral. Acá nuevamente no va a tener ningún dirigente bien posicionado que lo acompañe y puede marcar la dificultad para enfrentar la elección del 13 de agosto, con una boleta solo con el cargo de presidente que tal vez no pueda traccionar todas las motivaciones del voto que va a tener la gente”, afirmó el analista político.
Para Aurelio hay una caída en la imagen y en la intención de voto del líder libertario, que se agrava por “la ratificación provincia tras provincia de que no tiene nadie bien posicionado y que puede marcar la seria dificultad que va a tener para el anhelo que tenía de poder ser uno de los dos espacios políticos que clasifique al balotaje. Aunque eso no signifique que no vaya a hacer una elección muy meritoria e interesante, por lo menos para la Primaria”, abundó y concluyó: “El riesgo que tiene Milei es si no se va a derrumbar después”. /Facundo Chavez/ Infobae