Lo de Jujuy es un ensayo del caos, preparando los cuadros de revoltosos para boicotear, sabotear y voltear al próximo gobierno nacional, si es que esta gavilla formada por Alberto, Cristina, Massa y Máximo deben dejar los privilegios y La Cámpora y los Beligoni, los Pietragalla, Pérsico o los Grabois, pierden el poder y la plata.
La horda kirchnerista, avalada y financiada por el gobierno nacional, es básicamente destituyente y antidemocrática.
La violencia, en un país de mansas ovejas llena de prejuicios impuestos por la falsa izquierda “nacional y popular”, como que reprimir a los delincuentes es antidemocrático, el orden es “de derecha”, que cortarles el flujo de fondos a las organizaciones sociales, caldo de cultivo de estos salvajes capitaneados por tipos despreciables como Pietragalla, D´Elía, Esteche y tantos más, es ir contra los Derechos Humanos, son un montón de falacias más de estos grupos izquierdosos que protestan por izquierda y cobran por derecha.
Todo esto está anunciado en las palabras de Aníbal Fernández, quien adelantó que en caso de ganar la oposición las calles van a llenarse de sangre, Sergio Berni que permitió el desmadre del narcotráfico en provincia de Buenos Aires, puso en duda la paz social si ellos no siguen gobernando el país y hace horas Eduardo Valdéz fue quien dijo que si la oposición toma el gobierno (en el país) habrá convulsión social como en Jujuy. Todo está anunciado.
Si a esto le sumamos detalles como la negativa del Ministro Fernández a enviar a Gendarmería Nacional para pacificar Jujuy y el atizamiento constante y permanente de parte de los medios hegemónicos K del conflicto y el pedido de renuncia del gobernador Morales, legítimamente elegido en las urnas, el cuadro de la antidemocracia kirchnerista, cierra de manera perfecta.
Ellos mismos, contra ellos mismos
Tal es la marginación del pensamiento golpista y destructivo que tiene esta facción política argentina, que ni siquiera han tomado en cuenta, en el caso de Jujuy, que la reforma constitucional aprobada en esa provincia en la Legislatura contó con el voto positivo de los diputados del Frente de Todos, ese engendro derrotado por la sociedad que ahora lleva el logo de un huevo frito y una nueva marca “UP”.
Guillermo Jenefes, Noemí Isasmendi, José Pedro Pascuttini, Rosa Jerez, Carlos Catacata, María de los Ángeles Ros, Alberto Matuk, Rosana Aldapi, Vicente Apaza, Anahí Mazzari y Jorge Noceti, son los diputados provinciales K del denominado “Frente Justicialista” quienes votaron afirmativamente por la reforma constitucional en Jujuy.
Ellos mismos votaron el cambio de la Constitución y ellos mismos arman el caos para protestar por el cambio de la ley madre. En realidad, no es el motivo, es el objetivo, lo que genera este absurdo.
Hay una decisión tomada de parte del kirchnerismo y la izquierda que si no son ellos, nadie debe ni podrá gobernar el país. Y esta guerra contra las hordas golpistas, debe librarla un gobierno con decisión, coraje y temple; de no ser así, el club del helicóptero funcionará como con Macri, pero con más efectividad y violencia.
No hay que temerle a las palabras represión, cárcel, orden y justicia. Si se aplica con todo el rigor desde la estructura de un gobierno democrático elegido por la gente y en cumplimiento de las leyes vigentes y las que se puedan dictar para endurecer el castigo a los criminales, el pueblo apoyará todas y cada una de las acciones gubernamentales que tome el próximo gobierno, para castigar a la delincuencia política, social y sindical.
Pero el que se haga cargo, deberá poner lo que haya que poner para cortar con la dulzura que pretenden algunas “palomas” de la oposición, personajes de zapatitos blancos enquistados en lugares claves de la organización política o la izquierda perfumada, que grita, reclama y protesta como comunistas, pero siguen viviendo en la Argentina porque saben que en Cuba, China o Venezuela, no durarían ni dos días con vida.
El falso argumento es que se reprimen las protestas y no es así. Cuando se ataca con cientos de toneladas de piedras el Congreso, una legislatura o la casa de gobierno, no se está protestando, se está atacando la institucionalidad del país. ¿Cuál sería la opción?, ¿No reprimir y dejar que destruyan todo? ¿Esto es solo protesta? ¿En alguna parte del mundo se concibe una protesta violenta y destructiva, sin represión y encarcelamientos?.
El kirchnerismo ensaya en Jujuy, asesina en el Chaco y protesta en CABA. No hay otra forma de salvar a la Patria que debilitando las bases de estas facciones, anulándolos en las urnas, metiendo preso a los corruptos, eliminando el vector de financiamiento que usan para la logística (narcotráfico incluido) y desbaratando esta gran asociación ilícita en que han transformado al gobierno nacional y muchos de los gobiernos provinciales.
Si no hay vocación para hacer el trabajo sucio de un solo golpe y de una vez cortarle las cabezas a esta Hidra de Lerna de la política nacional, nada habrá cambiado en la próxima década y de estar en el borde del abismo, habremos dado un paso adelante. /Rubén Lasagno- (Agencia OPI Santa Cruz)