Protagonizando la Primera Nacional, Gimnasia y Esgrima de Jujuy se aferra a su determinación para sumar puntos y si es de a tres, cuanto mejor. Esta mentalidad, que permea cada miembro del plantel, es un fuerte componente de su éxito y la razón por la que la ilusión de su gente se mantiene más viva que nunca.
Francisco Molina, el talentoso volante ofensivo del elenco albiceleste, personifica este espíritu. A través de cada una de sus palabras, el jugador transmite la intensidad con la que el equipo afronta la dura competencia. “Nos rompemos el alma todas las semanas para sumar de a tres”, afirmó, reflejando el compromiso total del grupo.
Si bien reconoció que “en ocasiones se puede ganar las tres unidades en juego y en otras no”, enfatizó que “la suma de puntos no se detiene”, destacando la constancia y la regularidad como pilares fundamentales de la promisoria campaña del “Lobo”.
El torneo es, sin duda, “largo y exigente” y cada fin de semana se convierte en una verdadera final. Para Gimnasia, esta premisa se amplifica, ya que en la cima de la tabla, el equipo es el blanco de todos los rivales, quienes, como bien señala Molina, “juegan con un plus” cuando los enfrentan.
Esta presión constante exige una preparación superlativa en todos los frentes: “física, mental y futbolísticamente”, definió.
La respuesta del equipo a este desafío fue contundente. “Lo estamos haciendo bien y estamos dispuestos a seguir defendiendo la cima y la ilusión de la gente”, aseguró el mediocampista.
Esta confianza nace de una solidez grupal envidiable. La base del plantel de la temporada anterior se mantuvo intacta y se enriqueció con nuevas incorporaciones que se integraron con notable facilidad, asimilando rápidamente la idea de juego propuesta por el cuerpo técnico de Matías Módolo. Este “valor colectivo hace todo más fácil”, sostuvo y recalcó que “permite que el talento individual florezca” en un ambiente de apoyo mutuo y objetivos compartidos.

Gimnasia no solo acumula puntos, también construye una historia de esfuerzo, convicción y un profundo sentido de pertenencia.