Con diez imputados, el secuestro de dos camiones y cuatro camionetas de alta gama, la fiscalía desarticuló una organización a la que entre enero y abril pasado se le atribuye haber dirigido y ejecutado tres operaciones de tráfico de cocaína, por un peso total de 323 kilos. Entre los implicados, está el presunto jefe de la banda. Córdoba, Santa Fe y Misiones, entre los posibles destinos de la droga.
Según la hipótesis fiscal, coordinada por el auxiliar fiscal Francisco Valencia y la investigadora Analía Cabral, los imputados conformaban una organización narcocriminal dedicaba al transporte de drogas del norte de la provincia a distintos puntos del país.
El primero de los casos ocurrió el 28 de enero tras un procedimiento realizado por personal del Escuadrón 20 Orán, de Gendarmería Nacional, en la ruta provincial 5, en el paraje Urizar, entre las localidades de Pichanal y La Estrella.
La fiscalía explicó que cuando los gendarmes estaban apostados en dicha ruta, vieron aparecer a lo lejos dos camionetas que circulaban de norte a sur. El primer rodado, camioneta Ford Ranger, aceleró y embistió el control implantado y se dio a la fuga, en tanto que la otra camioneta, una Volkswagen Amarok, giró en “U” y escapó en el sentido contrario al que se dirigía.
Los gendarmes iniciaron una persecución y la camioneta Amarok fue hallada abandonada y atascada en una alcantarilla, sobre un camino alternativo a la ruta 5. En el interior del rodado, se encontraron cinco bultos, dos en el asiento trasero y tres en la caja, que resultaron contener un total de 198 kilos cocaína. También se halló documentación que vinculaba con la camioneta al primer imputado del caso, Héctor Novotka.
Novotka fue detenido dos días después, al presentarse en una dependencia policial de la localidad de Urundel, donde denunció que había sido víctima de un secuestro y robo de su rodado, pero como el relato dado resultaba inverosímil, la fiscalía penal de esa jurisdicción advirtió que podría estar vinculado al hecho ocurrido en el paraje Urizar y le dio intervención a la fiscalía federal.
De manera complementaria, el fiscal dispuso tareas investigativas, entre ellas la recolección de imágenes de las cámaras de video del Sistema de Emergencia 911 de la policía salteña, las que desacreditaron la versión del secuestro y robo del vehículo.
Las cámaras también permitieron establecer que el imputado llegó a Pichanal procedente de Metán junto a la camioneta Ford Ranger que sí logró fugarse del control y que era propiedad de un segundo imputado, identificado como Sergio Javier Girón.
Según lo acreditado en la investigación, la camioneta Amarok siguió viaje hasta la localidad de Aguas Blancas, donde cargó la droga que transportaba cuando se produjo el procedimiento en la ruta 5.
Por otra parte, se determinó que Girón habría modificado la apariencia de la camioneta Ford Ranger, quitándole los reflectores adicionales y posteriormente se deshizo de ella entregándola a una persona de la comunidad gitana de Metán que se dedica a la compra-venta de vehículos.
En tanto, en marzo pasado la investigación se vio reforzada a partir de una denuncia realizada por una persona de identidad reservada, que reveló ante la División Investigaciones Complejas contra la Narcocriminalidad de la Policía de Salta, que Girón era el cabecilla de una organización que transportaba droga semanalmente desde el paraje Martínez del Tineo, ubicado en Pichanal, hasta la provincia de Córdoba.
Además, aportó una serie de datos que permitieron avanzar con la pesquisa sobre los movimientos y vínculos de esta organización, cuyo presunto líder también estaba en la mira de los investigadores por lo que el fiscal federal Ricardo Toranzos, remitió a la Sede Orán las actuaciones iniciadas en torno a Girón, al haberse producido la detención de Novotka.
En este caso, la investigación también se abrió a raíz de una denuncia anónima recibida el 29 de agosto de 2024, la cual coincidía con la anterior, pues sindicaba a Girón como el jefe de una banda integrada por personas que viven en el sur de la provincia de Salta, las que se dedicaban al traslado de droga de Orán a destinos como Córdoba, Santa Fe y Misiones.
En razón de ello, es que se solicitó la intervención del teléfono del denunciado, lo que permitió determinar que tenía contacto con Novotka y se descubrieron varios diálogos en los que hacían referencia al transporte de droga, mediante lenguaje encriptado.
En virtud de ello, el fiscal Romero encomendó a las divisiones Investigación Contra la Narcocriminalidad tanto de Orán como de Metan de la Policía de Salta, y a la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales Salta de Gendarmería Nacional la realización de tareas investigativas conjuntas.
En ese marco, el 28 de marzo último, se localizó un camión con acoplado descripto en las denuncias. El rodado circulaba por la ruta provincial 5, en sentido norte-sur, a la altura de la Balanza de Vialidad, en la localidad de Las Lajitas, y lo hacía con rumbo al puesto de control ubicado en El Naranjo, en Rosario de la Frontera.
El vehículo, marca Iveco, iba custodiado por dos camionetas Toyota. Durante el control del mismo, se descubrió un “doble fondo” en el piso del acoplado, en el que se halló una caja que contenía cuarenta paquetes rectangulares, cuyo contenido ascendió a un peso total de 41 kilos de cocaína.
Por este hecho fueron detenidos el conductor y acompañante del camión, Edgardo Ezequiel Luna y Reynaldo Cabral; Gustavo Juárez y Lázaro Álvarez, binomio que circulaba en una de las camionetas, y Miguel Ángel Giménez y Nelson José Molina, los del segundo rodado.
Según la hipótesis fiscal, los imputados conformaban una organización narcocriminal dedicaba al transporte de drogas del norte de la provincia a distintos puntos del país.
El último de los hechos adjudicados a esta organización se registró el 12 de abril pasado, cuando un camión Mercedes Benz que ya había sido identificado por los investigadores, fue sometido a control en el puesto fijo ubicado en El Naranjo.
Según lo expuesto por la fiscalía al formalizar el caso, con autorización del juez Montoya al camión con acoplado se le había colocado un rastreador con GPS que reveló que estuvo estacionado a una cuadra y media del domicilio de Girón, en la ciudad de Metán.

A partir de esta medida, se puso en marcha un operativo que derivó luego en la detención del sindicado jefe de la banda, quien iba al mando del camión, siendo custodiado por una camioneta Toyota que hacía de “coche puntero”.
Ambos rodados siguieron viaje hasta el puesto de El Naranjo, por donde pasó primero la camioneta, detenida más adelante en el puesto que posee la policía provincial en la localidad de El Tala. Como conductor iba Cristián Fabián Castro y, en calidad de acompañante, lo hacía Julio César Ocaranza.
El camión, en tanto, fue requisado por personal de Gendarmería, circunstancias en la que el can antinarcóticos reaccionó a la presencia de estupefacientes en el piso del acoplado. Así se descubrió un doble fondo en el que había ocultos 81 paquetes de cocaína, con un peso de 84 kilos, y Girón terminó detenido.
De manera complementaria, las fuerzas de seguridad intervinientes realizaron el allanamiento de la casa del chofer del camión, donde se procedió al secuestro de tres teléfonos celulares, una computadora portátil y documentación de interés para el caso.
Descriptos los hechos y enunciadas las evidencias reunidas, la fiscalía imputó a a los tres detenidos por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes. En el caso de Girón, la imputación se extendió también a los otros dos hechos previos.
Las imputaciones fueron aceptadas por el juez Montoya, quien también hizo lugar al pedido de prisión preventiva requerido por la fiscalía, la que resaltó la gravedad de los hechos, la logística desplegada en cada uno y los riesgos de fuga y entorpecimiento, entre otros argumentos. /Norte Ya