La jueza federal de Garantías de Tartagal, Ivana Hernández, condenó a Rino Ríos Guillén a siete años de prisión por el delito de «tentativa de contrabando agravado por tratarse de estupefacientes con fines de comercialización».
El 25 de mayo pasado,cerca de las 14, el conductor manejaba un camión marca Volvo con semirremolque térmico y llegó al puesto de control que posee la Dirección General de Aduanas en el Puente Internacional de Salvador Mazza desde el Estado Plurinacional de Bolivia.
El vehículo transportaba una carga de mil cajas de unidades de bananas, procedentes de Ecuador y que tenían como destino la provincia de Buenos Aires. Cumplidos los trámites migratorios del caso, se procedió a examinar el camión con un scanner portátil: en esa circunstancia se advirtieron imágenes inusuales en el sector de enganche del semirremolque, lo que despertó la sospecha del personal aduanero.
Por ese motivo, se reservó el rodado y al día siguiente se prosiguió con la requisa, esta vez con un can antinarcótico, que también marco la presencia de drogas en el mismo sector del camión. En base a ello, se convocó a personal de Gendarmería Nacional. Al proseguir con el procedimiento, ya con los testigos civiles y el control judicial del caso, se retiraron las tuercas del enganche del semirremolque, en la parte inferior, y se encontraron 105 paquetes rectangulares de distintos colores.
Realizada la prueba de campo, se estableció que se trataba de cocaína con un peso de poco más de 105 kilos.
El acuerdo
En la audiencia, el fiscal Marcos Romero -con la asistencia de la jefa de despacho Lourdes Milani- especificó que de acuerdo al peritaje químico correspondiente, de la droga incautada se pueden obtener 876.444 dosis, con un promedio de concentración del 83,30%, lo que evidenciaba «la grave afectación que podría haber causado a la salud pública».

“Quedó probado que Ríos Guillén ingresó al país con el estupefaciente, en la modalidad de ocultamiento, que conducía el camión que transportaba la cocaína y que tuvo disponibilidad previa tanto del vehículo, como de la mercadería que transportaba y del estupefaciente”, sostuvo.
Por su parte, tanto el acusado como su defensa reconocieron y prestaron consentimiento a la propuesta presentada ante la jueza Hernández, quien homologó el acuerdo. “El imputado reconoce no solamente los alcances del acuerdo, sino que también ha expresado que ha entendido cuales son las consecuencias”, señaló la magistrada, quien cerró la audiencia con la condena acordada por las partes.