Según los primeros datos, Marcos Adrián Abrebanel Sengurt se habría descompensado luego de que se entregara a la Justicia. «Se empastillaba» dijeron.
El lunes 6 del corriente mes el odontólogo Marcos Adrián Abrebanel desapareció antes de que la Justicia irrumpiera en su despacho. ¿Alguien le advirtió de antemano al profesional que iba a ser detenido? Iba a ser imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal en contra de varias mujeres, entre ellas menores de edad. Sin embargo, no se pudo formalizar la imputación hasta ayer, cuando por voluntad propia y sin que nadie o casi nadie supiera dónde estaba, el dentista decidió entregarse.
Abrebanel se presentó ayer cerca de las 14 en la oficina del Juzgado de Garantías número 4. Luego fue trasladado a la Alcaidía. Fuentes consultadas por El Tribuno señalaron que durante la tarde el acusado fue trasladado a un hospital público de la capital salteña donde quedó internado.
Desde el momento que decidió escapar de la justicia, fuentes cercanas a Marcos Abrebanel señalaron que comenzó a “empastillarse”, la circunstancia despertó un enorme temor en el profesional que decidió darse a la fuga, y en medio de eso comenzó a tomar ansiolíticos y miorrelajantes. Con lo cual, ayer cuando se presentó con su abogado defensor, Josue Díaz Cueto, tuvo que ser trasladado al hospital.
Se encuentra acusado por el delito de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de cuatro mujeres. Después del mediodía, desde el Ministerio Público Fiscal (MPF) informaron en sus redes sociales que «el odontólogo denunciado por abuso sexual se entregó hace instantes en el Juzgado de Garantías 4. El fiscal Federico Obeid, de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual 1, investiga cuatro denuncias en su contra y había solicitado su detención», apuntaron y agregaron: «Se realiza el control de legalidad y médico para su ingreso a la Alcaidía General de la Provincia».
El lunes pasado, cuando el acusado decidió fugarse, era el día en que una de sus víctimas, una adolescente de 15 años, debía presentarse en su despacho para un control. Sin embargo, la menor se negó a volver y en medio de una profunda crisis se animó a contar que había sido abusada sexualmente, el aberrante hecho ocurrió el 6 de febrero, en una de las primeras visitas en el consultorio ubicado en la calle 20 de Febrero al 300 de la capital salteña.
Desde entonces, y con una familia destrozada e indignada, el hecho tomó estado público por la denuncia formal de los padres de la menor y porque viralizaron en las redes lo ocurrido. Esto último sirvió para que otras víctimas se animaran a despojarse del temor y contar lo que padecieron.
La última denuncia formal se hizo hace algunos días, en ese sentido son cinco las acusaciones a las que deberá responder Abrebanel, además de varios relatos donde jóvenes dicen haber sufrido algún tipo de abuso en manos del odontólogo. /El Tribuno
