Hay gendarmes que habrían «trabajado» en negocios espurios con comerciantes civiles, movilizados por la sola ambición económica.
La Justicia Federal realizó allanamientos en el área de Personal de Gendarmería Nacional y habría secuestrado documentación clave, dos semanas después de apresar a una decena de efectivos, y otros tantos civiles, sospechados de conformar una asociación ilícita que se alzó con millones de pesos en contrabando.
Los procedimientos habrían sido concretados el miércoles a la mañana y se extendieron por más de una hora, a requerimiento del juez Guillermo Molinari y la fiscal, Indiana Garzón.
En medio de una causa «blindada» por la reserva absoluta, se sabe que los investigadores entrecruzan información y es probable que se sumen más sospechosos a la larga lista de la veintena de presos e imputados.
Los cargos dominantes son «cohecho activo y pasivo», «asociación ilícita», «violación de los deberes», deslizaron las fuentes al cierre.
El origen
Todo comenzó en marzo. Un vendedor de ropa denunció en Gendarmería que un grupo de jefes de patrullas apretaba a los pasajeros de tours a Bolivia, a cambio de dádivas. Es más, en las escuchas telefónicas surgieron las cifras: $ 5.000 por pasajero y coimas globales de $ 200.000 por cada colectivo.

Enfrente, el jefe de los tours, Emanuel Soria Mazarelli, habría edificado una fortuna merced a los tours de compra: siempre en base a las escuchas, se cree que «trabajaba» con los gendarmes presos (el misionero Cristian Torres, a la cabeza) con una estructura bien aceitada: si los civiles querían llegar a Bolivia, debían «gatillar a los gendarmes $ 200.000 por viaje y que ningún pasajero tenga los celulares encendidos en plena transacción».
Ahora, el Federal zarandea toda la causa. Hay jefes aún no imputados y al parecer delatados por los videos (en 119 C.D), de la propia Gendarmería, en plena faena y mientras el civil, Franco Javier Laviña, retiraba secuestros desde la base de la fuerza, sin permiso alguno. Esa mercadería, luego era vendida en comercios de esta capital (¿?). Por lo pronto, el Federal ya desestimó dos pedidos de excarcelación para gendarmes. Motivo: lo nuevo del proceso y con pruebas aún en espera. /El Liberal